… QUE DE CASA TE ECHARÁN. Migración y memoria en la última propuesta de Marta Galán para el Teatre Lliure

España, Reseñas

Alba Saura Clares (Universitat Autònoma de Barcelona, España) / 20 Abril 2021

Este mes de abril el Teatre Lliure ha acogido el nuevo proyecto escénico de Marta Galán, Forasters vindran… En un tiempo donde está volviendo a brotar la animadversión hacia el otro, la lectura de la persona migrante como un peligro social y donde han renacido atrasados discursos de racismo y xenofobia, investigaciones escénicas como las de Galán se vuelven especialmente determinantes para seguir construyéndonos en sociedad. 

Forasters vindran... ©  LaBarrancoFilms

El título de la propuesta ya pone el foco de atención en la problemática, en el encuentro entre la persona vernácula y la foránea que realiza un viaje migratorio. Resuena así en catalán aquel afamado refrán, «De fuera vendrán, que de casa te echarán». En la suspensión del título queda acallado el miedo que no queremos reconocer, el que se genera hacia la persona extranjera. En este caso, focalizando en Barcelona, el que la sociedad catalana de los años cincuenta y sesenta del siglo XX vivió con la llegada de los inmigrantes del sur de España.

La obra ahonda en la migración que, durante las décadas más oscuras de la posguerra española, donde primaba el hambre y la miseria, debieron acometer muchos españoles y españolas de zonas de Andalucía, Extremadura o Murcia hacia una Barcelona ansiada como esperanza de trabajo. Así, se convirtieron en la mano de obra barata que la ciudad necesitaba para continuar creciendo. Ocuparon y generaron nuevos barrios en barracas o construcciones de poca calidad para la vida diaria. Tan necesarios para el progreso barcelonés como vilipendiados en su condición de extranjeros, esta comunidad migrante, ahora ya inserta en la propia identidad urbana, sigue generando retos para la sociedad actual. 

El Teatre Lliure acoge así un proyecto de Marta Galán de suma necesidad para cubrir, desde el teatro, una deuda pendiente con la historia de la ciudad desde las voces migrantes. La escena reverdece como espacio de retentiva comunitaria para analizar las huellas del pasado, las heridas aún perennes y seguir configurando su relación hacia el futuro. 

Para afrontar este proyecto, se ha generado un trabajo desde las dramaturgias de lo real que busca afrontar la historia desde el testimonio, dando voz a quienes no habían tenido la oportunidad de contar su historia como inmigrantes en esta tierra. El espacio escénico se plantea a partir de diferentes elementos simbólicos y se construye la dramaturgia desde el ritual redentor gracias al enfrentamiento doloroso con la historia. Así, se vislumbra desde la paulatina conformación de un montículo de carbón que rememora los trabajos realizados a la vestimenta hiperbólica de una de las actrices con las ropas que se relacionan con el espacio proletario y la vida migrante o la búsqueda de Susanna Barranco a través de su propia historia como nieta de esta migración: fotografías, relatos, imágenes y diálogos mantenidos con sus familiares que se proyectan en la obra y que, lejos de los discursos oficiales, hacen brotar la historia a través del recuerdo cotidiano. 

A lo largo de la propuesta, el espectador descubrirá la vida de este colectivo: de su lugar de origen al pedregoso camino hasta Barcelona; la llegada a la nueva tierra; el esfuerzo por eludir a las autoridades que podían deportar en tren a todo aquel que no pudiera demostrar que ya tenía familiares aquí afincados; la culpa constante por su condición económica; la reivindicación de su trabajo y su esfuerzo diario por sobrevivir; la evidencia de los lazos comunitarios construidos; los logros que como colectivo alcanzaron, como la paulatina mejora de sus condiciones de habitabilidad; la cartografía de barrios migrantes como El Carmel; el descubrimiento de los espacios olvidados en la zona de Montjuïc, que aglutinaban a migrantes durante días hasta decidir su deportación… Y, de forma más profunda, todo el proceso de construcción identitaria, del vínculo con la tierra originaria y de la conformación de una nueva realidad para sentirse parte de la sociedad de acogida. Como cuenta anecdótica y significativamente Barranco en escena, su madre, Concha, al separarse de su marido, cambió su nombre a María, se mudó a otro barrio céntrico de la ciudad, Gràcia, y alejó su idioma materno por el catalán que la arraigaba al nuevo espacio. Los migrantes tuvieron que vivir con la crítica constante por su condición, tachados de ladrones, anarquistas o comunistas, quienes solo venían a aprovecharse de las condiciones económicas de Barcelona, sin ningún deseo por integrase en la nueva cultura. 

Forasters vindran… © Silvia Poch

El cuerpo de la actriz Susanna Barranco, que expone su historia familiar en la obra, se convierte en el lugar de experimentación del ritual catártico. La rememoración de su vida o las voces de sus familiares se confrontan en escena a los discursos del imaginario común que desecha al inmigrante. Desde el análisis teórico de Manuel Delgado sobre el entramado urbano y el rol que juega cada individuo en la sociedad -siendo el inmigrante la mano de obra barata para la mejora económica de la ciudad-, a los discursos en la prensa de la época o en el ideario de políticos como Jordi Pujol, que rechazan la migración alegando el peligro que supone para la ciudadanía y la cultura del espacio receptor. 

El proyecto ha unido a artistas de diferentes áreas y agentes sociales y comunitarios para imbricar el testimonio y la vida, en un trabajo liminal entre la ficción y lo real. Articulado en diferentes fases, el proyecto inició su camino en la intervención comunitaria y el diálogo con personas protagonistas de la migración interna de los cincuenta y sesenta en Barcelona para pasar entonces al trabajo escénico de la dramaturga y directora junto a los actores Susanna Barranco, Núria Lloansi y Juan Navarro. Este proceso tendrá una tercera fase, que se iniciará el próximo mes de julio, cuando se retornará al testimonio para ocuparse de jóvenes de origen migrante y realizar con ellos una propuesta escénica comunitaria.La investigación escénica, como relata la propia dramaturga en su descripción de la obra, pone en valor el desamparo y la vulnerabilidad vividos, la autoorganización, las luchas vecinales y recompone la memoria del Centro de Clasificación de Indigentes de Montjuïc, un lugar de reclusión y deportación de migrantes que evidencia la opresión del tiempo franquista a los más desfavorecidos y que, desaparecido ahora del mapa de la ciudad, se reclama como espacio necesario para la recuperación de la memoria histórica.

Cada ciudad debe reconstruir los cimientos de su historia acallada, de las voces que han sido reprimidas del itinerario común, y el teatro, como muestra esta propuesta, es una vía idónea para rescatarlos en comunidad, recomponerlos desde el arte y explorar las heridas y la identidad de una ciudad desde sus colectivos más olvidados y su pasado, con el fin de fijar los cauces hacia el futuro. 

CREACIÓN ESCÉNICASusanna Barranco, Marta Galán Sala, Núria Lloansi y Juan Navarro / DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN Marta Galán Sala / INTÉRPRETES Susanna Barranco, Núria Lloansi y Juan Navarro / ILUMINACIÓN Ana Rovira / DISEÑO ESCENOGRÁFICO DEL DISPOSITIVO ESCÉNICO Xesca Salvà / CÁMARA Y GRABACIÓN VISUALSusanna Barranco y Christian Guiriguet / EDICIÓN Y DISEÑO AUDIOVISUAL Martin Elena y Susanna Barranco / VESTUARIO Anna Estany / annatrash_studio_barcelona / DOCUMENTACIÓN HISTÓRICA OVQ / Observatori de la Vida Quotidiana / ESPACIO SONORO Àlex Polls / COLABORACIÓN EN LA BANDA SONORA Juan Navarro / ASISTENTE DE DIRECCIÓN EN PRÀCTICAS Y ENTRENO PSICOFÍSICO Pau Dudekula

https://www.teatrelliure.com/es/programacion/todos-los-espectaculos/forasters-vindran

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