PAPÁ FOU UN SUPERHEROI: confusa pero sintiente
Tiago P. Barrachina (Director y dramaturgo) / 5 de noviembre de 2023
Reconozco que en la época del espectáculo, la grandilocuencia y el «más difícil todavía» impuesto por los agentes culturales de las grandes plataformas escénicas se agradece asistir a una puesta en escena más sencilla que nos acerque a las vivencias del día a día, a las familias, a la genealogía del ideario político de izquierdas. Esto se realiza a través de los diálogos de dos personajes: un padre que es al mismo tiempo dueño y jefe de una empresa y un hijo que es su empleado. David Torres responde, de manera paulatina conforme avanza la función, a la clásica, paternalista y manida afirmación de nuestros cuñados: es que cuando uno es joven tiene que ser de izquierdas. La respuesta, no obstante, viene, a mi modo de ver, sin la suficiente contundencia. Desmenucemos el asunto.
El texto, tanto por su estructura como por su contenido, funciona. El relato biográfico del padre nos ayuda a comprender de dónde surgieron las chispas que detonaron su aversión al régimen franquista en el que se crio. Hablo de aversión y no rebelión porque si algo no hace la obra es mitificar, al contrario, dota de una aplastante humanidad al personaje del padre a través de una infancia gobernada por una progenitora apática y un progenitor que es padre por el mero hecho de trabajar. No obstante, se echa en falta comprender más cuándo y porqué aquel joven de izquierdas se convirtió en el patrono que racanea la hora del café a sus empleados. Por otro lado, el hijo no se convierte en un objeto en favor del enaltecimiento de la juventud actual, al contrario diría que manifiesta la necesidad de referentes sólidos que se responsabilicen del activismo en lugar de pasar el testigo y cambiar de bando en la lucha obrera. Sobre esta premisa se insiste durante la hora y cuarenta y cinco minutos de función y por eso al final te quedas con una ligera sensación de orfandad como espectador, porque la forja del conflicto se resuelve de una manera, me atrevería decir diplomática y uno, joven o no, que ha estado contemplativo, espera una resolución.
Esta premisa es lo suficientemente buena como para construir una función alrededor de la misma. El espacio escénico incide en la incomunicación, transformándose en un vertedero de café y azúcar, único momento donde los personajes dialogan entre ellos a excepción del final. Estos momentos, por su dinamismo y viveza fagocitan los monólogos anecdóticos del padre dirigidos al público que con el paso del tiempo parecen ganar en densidad. Como se dice en el gremio: necesitan tijera. Tijera, sí, y precisión en la técnica escénicas, detalles sin importancia (leves titubeos textuales, una llamada visiblemente falsa, desplazamientos ligeramente torpes…) pero que unidos se convierten en una mochila pesada. Pero el teatro a veces es así, una frase se te traba y al acabar la función se ha convertido en una enorme
bola de nieve. Le diría al artista que disfrute y sintetice, porque su propuesta es lo suficientemente buena como para clavarte en la butaca con grandes clavos de hierro.
FICHA ARTÍSTICA
Dramaturgia y dirección: David Torres
Ayudante de dirección: Ana Campos
Interpretación: Domingo Chinchilla y David Torres
Diseño de iluminación y proyecciones: Iván Arbildua
Técnico en función: Iván Arbildua
Vestuario: Cristina Pérez
Papá fou un superheroi, en el Teatro Círculo, València. Jueves 2, viernes 3, sábado 4 y domingo 5 de noviembre.
