THAUMA: un poema escénico sobre el asombro

Críticas, España

Enric Piera (Comisión de Artes Escénicas del Consell de Cultura de Alcoi, Alicante) / 16 de mayo de 2024

Llega en mayo la sorpresa al Lliure con la obra Thauma, que en griego significa asombro. Sócrates decía que la chispa que enciende el pensamiento es la sorpresa, ese estado de lucidez que propicia los aprendizajes, el descubrimiento de algo que nos interesa, que nos deja maravillados ante ese destello que atrae nuestra atención y, como dice Leila Guerriero, nos impulsa a esa actividad de riesgo que es vivir más vivos.

El Teatre Lliure de Barcelona estrena Thauma, en sus espacios de Montjuic, una obra de la artista residente Magda Puig Torres y Andreu Martínez Costa, ambos de la Compañía La mula y los dos con una dilatada experiencia en el teatro de títeres y objetos. A Magda la hemos visto en Placido Mo, Infinitus, Me&Magdalena, y a Andreu en producciones de la compañía francesa de títeres Philippe Genty y en la noruega Plexus Polaire; ambos también investigadores de nuevas dramaturgias contemporáneas.

En la Europa de los años 60, Hans Thies Lehman habló del teatro postdramático para señalar las expresiones artísticas que superaban el peso del texto, de lo literario como eje central, para abrirse a una creación visual que estimule la imaginación; que se aleje de la estructura de planteamiento-nudo-desenlace o, como dice Albert Vidal, trascender “ese teatro del bla-bla-bla que pone todo perdido de risotadas y palabras para decir muy poco”. 

Esa apuesta por decir mucho con lo visual, con la magia de las imágenes, es lo que presentan los autores con Thauma, un poema gestual, una propuesta que despierta emociones, con una novedosa constelación de lenguajes: visuales, musicales, danza, circo, títeres… una transversalidad de artes que se armonizan sin conflicto y generan así una nueva dimensión performativa. La obra apuesta por liberar el hilo dramático como soporte estructural y poder ir más allá en esa exploración de recursos escénicos, para devenir en una poética visual, como lo definen sus creadores, que muestre la obra como un cuadro colorista, un álbum de fotos, un paisaje, submarino a veces, con un sugerente cambio de perspectivas donde un nadador nos guía a las profundidades, después de haber recorrido una ciudad de metrónomos invadida por la niebla. El conjunto de las escenas nos cuenta que la realidad que vivimos se puede transformar, que hay miradas alternativas al aburrimiento paralizante al que nos encauzan las redes y las mentiras. La obra deja un sabor cargado de optimismo por el despliegue de nuevas miradas que muestra.

Lo sugerente en Thauma es la sucesión de partes de un conjunto, una concatenación de asombros engarzados dentro de una aleatoriedad imprevisible que sitúa al espectador como elemento central de la relación. Los espectadores, conscientes de la belleza que los autores van desplegando ante sus ojos, saltan de latido a latido con cada instante poético, al generarle una experiencia sensorial y emocional nueva, como cuando giran las perspectivas, un enlazamiento de sorpresas, similar a un avestruz que surge de una bailarina, que empuja a querer descubrir lo que puede haber más allá de las imágenes. Unas escenas que, como las cerezas, se enganchan unas con otras en una ramificación de sugerencias que generan ese maravillamiento en el que cada espectador completa el círculo de las sugerencias poéticas, de manera de poder buscar qué hay más allá de la realidad y de uno mismo.

Los autores han orquestado un equipo de apasionados por las artes escénicas y eso se nota en el conjunto final, donde se aprecia implicación, entusiasmo y trabajo. Juan Carlos Panduro, artista de circo, logra una continua rotación de perspectivas con su manejo de las invertidas, la bailarina María Rodríguez sorprende con movimientos asombrosos y Erol Llerí, experto en aparatos teledirigidos es un auténtico clown que desata el humor del conjunto.

Por si fuese poco, el espectáculo cuenta con la mentoría artística del creador griego de imágenes escénicas Dimitris Papaioannou. La obra tiene un perfume permanente de la poética de objetos redimensionados de Joan Brossa, donde un cambio de perspectiva explora un contenido creativo distinto. Sorprende en Thauma un avestruz que no esconde la cabeza, construido en invertida por Juan Carlos Paduro, una persona que comienza y acaba en sí misma donde se intuye a María Rodríguez, globos que danzan alrededor de un cactus, sin rozar la tragedia, impulsados por Erol Llerí, personas que flotan, muros que pueden moverse: todo configura un estado continuo de sorpresa sin fin.

La propuesta no deja de ser arriesgada al trascender las dramaturgias reconocibles y bordear el tropiezo, al conjugar tantos elementos artísticos y tecnológicos, con aparatos teledirigidos, como unos patines sin personas encargados de entrar y sacar algunos elementos escenográficos, cochecitos que dan la dimensión de gran ciudad… Ahí reside la vulnerabilidad de la obra en caso de algún posible fallo técnico inesperado en alguno de los elementos, desajustes que el día del estreno no se apreciaron, si bien eso sería una sorpresa añadida junto al ver como los intérpretes lo resolverían. Seguro que con las sucesivas representaciones se irán puliendo esos pequeños matices, como los cambios de tensión al sacar a escena telas que arrastran objetos y personajes para mantener la burbuja de la verosimilitud.

Quizás ser artista consista en eso, en ser consciente de tu universo creativo y atreverse a desarrollarlo y compartirlo, en hacer el teatro deseado, en la línea de compañías innovadoras como El Conde de Torrefiel o Cabo San Roque, generando así una sinergia creativa de progreso en lo teatral, esos asombros que son germen de pensamiento y arte, de poesía que se escapa del movimiento corporal para trepar por la escalera de maravillas que Magda Puig Torres y Andreu Martínez Costa nos proponen con Thauma. ¿Nos animamos a trepar esa escalera que nos aleja del aburrimiento que proponen quienes nos quieren parados?

Thauma. Del 08 al 26 de mayo de 2024 en Espai Lliure, Montjuïc (Barcelona).

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