LOS PRECURSORES de Luis Sorolla: La promesa de algo nuevo

España, Reseñas

Por Javier Ortiz (Productor de El Sol de York y Gestor Cultural) / 15 Abril 2021

En una cartelera  alternativa dominada por la autoficción y un teatro con más aliento social que artístico, la irrupción de Los Precursores, la primera obra como dramaturgo de Luis Sorolla,  irrumpe como una bocanada de aire fresco, un montaje que además de estar muy bien pensado y hecho, sigue resonando en el espectador mucho más allá del encanto del Umbral de Primavera, la sala en la que se representa.

La trama no tiene demasiada complicación: en un mundo posapocalíptico, tres niños (dos chicos y una chica), que ya son jóvenes en el momento de presentarse al público, fueron dejados en un bosque con la misión de “contarlo todo”. Desde ese día, cada mañana esperan a que aparezca en una pantalla un número que corresponde a un nombre, la historia de la persona cuyo final tienen que recrear ese día.

No voy a centrarme en el gozo con el que se transita esta propuesta, que recomiendo infinito a todo amante del teatro y sobre todo a dramaturgos españoles en busca de nuevas formas de proponer un texto. Pero sí quiero reseñar las razones que a mi juicio hacen de este montaje algo tan prometedor y tan relevante.

En primer lugar, es una reivindicación del teatro en estado puro: Si se trasladase a un lenguaje audiovisual perdería gran parte del encanto con que trasciende todos los elementos de una puesta en escena: el texto, el espacio, el tiempo, la relación con el púbico, los objetos, … y todo ello sin la voluntad de epatar, sino de ponerse al servicio de una experiencia creada para todos y cada uno de los espectadores.

Además es una obra política, que no panfletaria, en el mejor de los sentidos, porque incide en temas que son eternos y los aborda desde una óptica rabiosamente actual: el legado, la herencia, el futuro, los relatos que nos contamos para sobrevivir y la responsabilidad que adquirimos ante las historias que decidimos (o no) contar. La libertad, el libre albedrío y el determinismo social… todo está en la pieza sin que podamos señalar exactamente por qué la sentimos como nuestra, y me atrevo a señalar que sucedería lo mismo en cualquier país más allá de nuestras fronteras.

Porque Los Precursores tiene sin duda resonancias clásicas, desde Los Cuentos de Canterbury a El jardín de los cerezos, pero también se relaciona con la dramaturgia más contemporánea, desde Anne Washburn Annie Baker hasta Simon Stephens, sin contar con los puentes que establece con otros lenguajes ampliamente compartidos por las nuevas generaciones, como Lost o la secuencia inicial de la primera parte de The Last of Us. Así, la pieza puede ser disfrutada por el que busca una simple y buena historia, pero también por el erudito o por el freaky buscador de easter eggsque disfrutará descifrando la referencia oculta detrás de cada símbolo.

Por último, y he dejado lo mejor para el final, la obra no pretende denunciar nada ni demostrar nada, simplemente ofrece una entrada a un viaje que cada espectador tiene que descifrar a su manera desde su paisaje interior. A mí me llevó a Matadero 5 y a La Historia Interminable, por ejemplo, pero fue una agradable sorpresa comprobar que otros espectadores habían establecido otras conexiones tan válidas como la mía, y después de la función uno puede sorprenderse compartiendo el relato del viaje que otros espectadores han visto en este juego de muñecas rusas que ofrece la función.

Luis Sorolla no está solo en este empeño. Se nota el trabajo y la relación con otro renovador de nuestro teatro, Carlos Tuñón, así como con el mejor Gon RamosMiguel Valentín y los intérpretes Rodrigo Arahuetes, Gabriel Piñero y Sara Sierra realizan su trabajo con una complicidad y una facilidad que solemos envidiar cuando nos visitan compañías británicas.

Más allá de la historia que cuenta, la manera de contar de Los Precursores establece un precedente que ojalá se repita y pueda ser seguido por más creadores. Debería tener una gira europea. Les invito a regalarse el viaje y, como los protagonistas de la obra, vivirlo como si no hubiera un mañana (o sí).

Elenco: Rodrigo Arahuetes, Gabriel Piñero, Sara Sierra / Autoría y dirección: Luis Sorolla / Ayudante de creación y dirección: Miguel Valentín / Espacio Escénico y Vestuario: Paola de Diego (AAPEE) / Sonido y Audiovisuales: Daniel Jumillas / Iluminación: Gabriel Piñero / Producción: Esto Podría Ser / Asesoría: [ los números imaginarios ]

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