EL GRITO DEL CARDO: excelente teatro, maravillosa reflexión

España, Reseñas

Por Javier Ortiz (Productor de El Sol de York y Gestor Cultural) / 20 de mayo de 2020

Si el teatro es un trabajo de equipo, El grito del cardo, de Trajín Teatro, es un ejemplo perfecto de cómo cada uno de sus integrantes puede añadir riqueza de significados a una propuesta escénica. Los espectadores que hayan visto Mauthausen: la voz de mi abuelo van a encontrar los mismos elementos que hicieron de aquella una de las propuestas más emocionantes de la temporada: una actriz inspirada (Inma González), una querencia por dignificar los personajes relegados por la historia oficial (Los Nadies, que diría Eduardo Galeano) y un exquisito acierto en la elección de cada elemento escenográfico como vehículo de significados. Pero si en Mauthausen la intención era claramente documental, El grito del cardo, sin abandonar la memoria como tema de fondo, se adentra en los terrenos de la ficción para contarnos la historia de Mariana, una sirvienta que remite a los personajes que tan bien retratara Delibes en Los Santos inocentes o al final de Anfisa en Tres hermanas de Chéjov.

Foto por Raquel Rodríguez

Abandonada en una residencia que solo parece visitar la muerte, Mariana desgrana su historia que es también el retrato de una España muy próxima, que la Transición quiso superar para sobrevivir, pero que el pelotazo y el neoliberalismo han intentado sepultar en el olvido, por más que condicione lo que somos. Una España de señoritos y criadas, de pobreza, homofobia, orfandad e injusticia social. Al principio de la obra, las influencias más claras son La Zaranda Kantor, con la repetición y la decadencia del entorno como protagonistas. Poco a poco El grito del cardo nos va envolviendo porque es un sistema de signos donde todo significa, todo suma, y todo es metáfora: desde el acento del personaje, su soledad, su condición de mujer, el cardo como reivindicación de la dignidad y la belleza de los que resisten a la vera del camino oficial, el pavo, el abecedario, el vestuario, la maleta… pero también el estudio del color y la música (reivindicación de la copla como canto popular y subversivo incluida).

Foto por Raquel Rodríguez

Al espectador casual le podrá parecer que todo estaba allí porque no podía ser de otra manera, pero tanto Inma González como Sandra Jiménez y Luis Miguel Lucas han destilado cada elemento para configurar una poética que provoque en el espectador una honda emoción y una reflexión política. El tratamiento de temas recurrentes en la dramaturgia española actual como el feminismo, la memoria histórica o la identidad, va más allá del mero testimonio para plantearse preguntas sobre nuestro presente. Mariana es también metáfora de la tercera edad española durante el COVID, su situación laboral tiene ecos en una juventud que aunque más preparada, también se ve atada por la necesidad, y el abandono al que se ve sometida Mariana remite al dilema capitalista de reinvención constante frente a obsolescencia y olvido.

Foto por Raquel Rodríguez

Puede parecer que El grito del cardo se limita a su discurso político, pero a diferencia de muchas propuestas contemporáneas, su valor reside en que más allá de su posicionamiento, su puesta en escena evidencia un cuidado por el detalle y un conocimiento de la carpintería teatral que la hace disfrutable por todo tipo de espectador que goce de lo bien hecho. Alejada del discurso del entretenimiento ofrece poesía y reflexión sin traicionar sus raíces populares. Le auguro y le deseo emocionantes encuentros en su gira por España.

FICHA ARTÍSTICA/ IDEA ORIGINAL: Sandra Jiménez e Inma González / ACTRIZ: Inma González / DRAMATURGIA: Sandra Jiménez/ DIRECCIÓN: Inma González / MÚSICA ORIGINAL Y ESPACIO SONORO: Luis Miguel Lucas / COLABORACIÓN ESPECIAL: Carmen Linares / DISEÑO DE ILUMINACIÓN: Raquel Rodríguez y Alicia Pedraza / VESTUARIO: Trajín Teatro / AMBIENTACIÓN DE VESTUARIO: María Calderón / ESPACIO ESCÉNICO: Trajín Teatro / AMBIENTACIÓN DE ESCENOGRAFÍA: Rubén Díaz de Greñu TALLER DE ESCENOGRAFÍA: Agustín López y Régis Cabal / PRODUCCIÓN: Trajín Teatro / PRODUCCIÓN EJECUTIVA: Agustín López e Inma González / DISTRIBUCIÓN: a+ Soluciones Culturales

Trailer por Sergio Milán
Cartel por Sandra Jiménez

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