JAURÍA, teatro político de género

Argentina, Reseñas

Jorge Dubatti (Director Instituto de Artes del Espectáculo, Universidad de Buenos Aires, Argentina) / 21 de junio de 2021

Por Decisión Administrativa 607 del Gobierno Nacional, publicada en el Boletín Oficial del martes 15 de junio de 2021, “en las salas de teatros y de espectáculos se permite un 50% de aforo, sin expendio de bebidas y comidas, y en los cines se permite un 30% de aforo, con expendio de golosinas y bebidas,el que podrá ser aumentado conforme lasituación epidemiológica y de conformidad con los protocolos vigentes”. Uno de los primeros espacios que reaccionó frente a la reapertura es el Teatro Picadero (Enrique Santos Discépolo 1857, Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Se trata de una sala de perfil singular, entre el teatro comercial de arte (producción empresarial y alta calidad) y el valor de la historia (allí se hicieron las primeras funciones de Teatro Abierto 1981 contra la dictadura, allí se concretó el atentado paramilitar que hizo que la sala se cerrara).  

Entre la oferta de programación con protocolos (barbijos, alcohol, distanciamiento físico, programa digital, etc.) sobresale el regreso de Jauría, del catalán Jordi Casanovas, con dirección del argentino Nelson Valente (El loco y la camisa) y un valioso elenco integrado por Vanesa González, Martín Slipak, Gustavo Pardi, Gastón Cocchiarale, Lucas Crespi y Julián Ponce Campos. 

Casanovas (de quien en Picadero se estrenó con éxito I.D.I.O.T.A.) retoma un acontecimiento real: el brutal episodio del 7 de julio de 2016, en las Fiestas de San Fermín, en el que cinco hombres “en manada” cometieron la violación de una muchacha en horas de la madrugada. Jauría despliega una experiencia teatral singular: se propone como un montaje dramático del juicio real que generó ese hecho atroz, que alcanzó visibilidad en España y el mundo. 

A la manera del teatro documental iniciado en los años cincuenta (promovido por Peter Weiss), y sin duda todavía vigente (contra las defraudadas profecías de algunos teóricos posmodernos), Casanovas escribió su obra a partir de las transcripciones del juicio realizado entre 2017-2019, con declaraciones de los acusados, la denunciante y los profesionales penalistas publicadas en varios medios de comunicación. El director Nelson Valente señala que lo más estremecedor del texto es que Casanovas no ha inventado una sola palabra, todas corresponden a las declaraciones reales. Casanovas tensiona así realidad y ficción, de acuerdo con la poética del género narrativo de la non-fiction, lo que produce un efecto especial en la recepción. Uno de los procedimientos es el trabajo con la ambigüedad en las declaraciones de la joven, que por momentos obliga a los espectadores a desplazarse a la perspectiva machista de los abogados defensores. El teatro documental obliga a observar la realidad más allá de los modelos verosímiles: demuestra que el horror real puede superar toda imaginación.   

Esta pieza adquiere profunda significación en la Argentina, donde lamentablemente las noticias de violaciones y femicidios son tan frecuentes, y en especial se resignifica en el contexto de los movimientos de reivindicación de la mujer y el estudio crítico de la(s) masculinidad(es) y el machismo, incluidas sus expresiones más aberrantes, como es el caso de los violadores. 

Jauría adquiere así la dimensión de auténtico teatro político de género, que muestra el horror para generar conciencia y transformar la subjetividad social. Plantea también las características de una tragedia contemporánea, en la que algunos humanos se degradan a la bestialidad de los animales más salvajes (de allí el título simbólico). Estrenada en 2019 en España, Jauría recibió el XVI Premio Cultura Contra la Violencia de Género 2019 otorgado por el Ministerio de Igualdad por su contribución en la erradicación de la violencia contra las mujeres. Justamente de la tragedia toma Casanovas la estructura de coralidad de las declaraciones de los acusados, lo que implica un cambio de signo a la función originaria de este artificio constructivo. Si en la tragedia griega el coro asume el punto de vista público, en Jauría genera rechazo porque corresponde a los violadores. Casanovas juega así con la denuncia de que en su país (y en muchos otros del mundo) el pensamiento de una mayoría aceptada puede ser horroroso.

En términos de poética, Jauría muestra la vigencia de las estructuras del drama moderno de tesis originado en el siglo XIX y que atravesó con ricas variaciones el siglo XX hasta hoy. A pesar de su lenguaje teatralista (por el diseño del espacio y la actuación), el drama conecta con el referente real, permite ver mejor la sociedad y sus problemas, construye un posicionamiento que contribuye a mejorar la sociedad en la medida en que desenmascara la subjetividad del machismo y la violencia de género.

Autor: JORDI CASANOVAS / Director: NELSON VALENTE / Elenco: VANESA GONZÁLEZ, MARTIN SLIPAK, GUSTAVO PARDI, GASTON COCCHIARALE, LUCAS CRESPI Y JULIAN PONCE CAMPOS.

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